Somos una agencia que se desplaza muy lejos para encontrar la inspiración, pues su destino es Cocolate, el mundo de las Ideas.
Como planeta no existe, o al menos no tiene un lugar exacto en la Vía Láctea, pero lo bueno es que siempre está ahí cuando lo necesitamos.
Sus orígenes se remontan a la nada que nace del todo. Al todo que surge de la nada. Y con la invisibilidad visible como peculiaridad, informamos que la mente es el único billete de transporte válido.
Bendito lugar imaginado, cuna de la imaginación. Con ideas que nacen, crecen y se reproducen a la velocidad de la luz.
Con habitantes que se alimentan de creatividad y se esconden del tiempo, al que le gusta robar almas de niño.
Tic tac. Baile sin compás a medianoche esperando el punto de encuentro entre mente (coco) y corazón (late). Una (re)unión con la sola intención de hacer vibrar al pensamiento de emoción.
Y este es Cocolate. Nuestro mundo.
Uno alejado de enemigos que atacan con ideas mudas, que hablan pero no dicen nada. A prueba de meteoritos cargados con ácida indiferencia.
Un planeta que empieza a girar en el universo.